¿Por qué engañar a tu superior con estar malo si puedes contarle la verdad e incluso darle envidia? Eso es lo que hizo Ross C. Te lo contamos

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Ross C. es un estudiante de primer año de la Universidad de Newcastle en Reino Unido. Como mucha gente de su edad, compagina la carrera trabajando de camarero en un club de la ciudad. Hasta ahí todo normal. Parece que su último fin de semana fue bastante ‘movidito’ y eso ha interferido en su horario laboral.

El joven hizo un trío. El problema: que tenía que ir a trabajar. Ross es un hombre de prioridades y, además, bastante honesto. Así que cuando se enfrentó a la difícil decisión de elegir entre pasar unas horas junto a dos mujeres jóvenes teniendo sexo salvaje o acudir a la discoteca al primer cambio de turno, decidió tomar una política de transparencia radical y enviarle un mensaje a su jefe.

Eran las 3.37 de la madrugada cuando Ross escribió el siguiente texto bastante ilegible y que hemos tenido que descifrar: «Sé que tengo que hacer el primer turno y debo estar allí a las 10. He ligado con dos chicas y me las he traído a casa. Espero que entiendas la situación, si no, gracias por la oportunidad, pero un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer».

Quien no arriesga, no gana

Filthys’s, que así se llama el lugar de trabajo, es un sitio poco tradicional. Decidió publicar el mensaje en Facebook y dejar decidir a los clientes el destino del joven. «Tener empleados novatos es divertido hasta que te envían mensajes a las tres de la mañana. Haremos una votación pública sobre la acción que debemos tomar contra Ross. A) Despedirlo, B) Reenviar una captura de pantalla con el mensaje a su madre, C) Que compre el almuerzo a todos sus compañeros de trabajo y que escriba un ensayo de por qué no debe denominarse así mismo como ‘el más seductor‘ a su jefe a pesar de la apariencia que tenga.

Todo parecía demasiado ridículo para ser verdad, así que ‘Men’s Health’ se pudo en contacto con Filthys’s para saber si había ocurrido realmente. Stephen, gerente de marketing del establecimiento, escribió un mensaje privado asegurando que la historia es cierta y que como castigo por lo que hizo tuvo que comprar sándwiches a todo el personal.

Voy a hacer un trío. Espero que entiendas la situación, si no, gracias por la oportunidad

«Ross está bien y continúa trabajando para nosotros«, escribió Stephen. «Tampoco le hemos reenviado el mensaje a su madre, solo queríamos que se pusiera nervioso, sudara y se preocupara por esa ‘travesura», explicaba. Pero el portal quiso presionar un poco más para ver si realmente no era una estrategia publicitaria del local. «Nunca dudes de un seductor nivel experto, uno estándar al menos pediría permiso, sus palabras no son las mías«, respondió el encargado.

¿Qué harías si te encontraras en la posición del joven? La revista hizo una encuesta en Twitter a la que más de 4.000 usuarios respondieron. El 25% respondió que irían al trabajo y cancelarían el trío, el 41% se inventaría una excusa para poder hacerlo y el 34% sería igual de valiente que Ross. Y ¿vosotros?

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