Les voy a contar una experiencia que me paso, yo soy empleado y en la oficina laboran varias chavas, entre los 22 y los 26 años de edad, entre ellas, hay una (Carolina) que es muy platicadora, es llenita (caderotas, cinturita y pechos grandes), de 1.65 de estatura, pero que desde que la conocí se me hizo que era muy leona para tener sexo.
Desde que ingreso al trabajo, me dio mucho juego, como que me la tiraba, yo tengo 37 años, entre los 13 y los 25 años, tuvo un cuerpo atlético, practicaba box, natación, futbol y basquetbol, ahora sólo me quedan los recuerdos, engorde un poquito, aunque todavía se me nota la figura de haber hecho ejercicio, situación que no dudo que por eso la compañera me tire los perros como se dice en Monterrey, Mex.
Para no hacerles muy larga la charla, en una ocasión nos toco salir a trabajar juntos, ya que nuestro trabajo es de oficina y calle, para eso teníamos que viajar en un vehículo de la oficina, durante una hora y media de Monterrey hacia un municipio de la zona norte del Estado (General Bravo), en el camino, la compañera comenzó a decirme que un amigo (“amigovio”, o sea con todos los derechos de cogérsela o salir a pasear) había llegado ha Monterrey y que provenía de la ciudad de México, esto con el fin de visitarla y salir juntos el fin de semana, pero que en la oficina le habían echado a perder el plan con su amigo, ya que en su casa había dicho que se quedaría unos días en la casa de otra compañera (Yelissa), la cual le hacia el paro.
Me dijo que tuvo que decirle a otra compañera (Yelissa) que le hiciera el paro ( favor) de salir a pasear (sólo a pesear) con su “amigovio” a fin de que este no se aburriera o estuviera sólo, el detalle que esa compañera (Yelissa) es muy cachonda y coge con cualquier chavo, cuando me dijo que lo había encargado con ella, yo le comence a decir que había cometido el peor error de su vida al encargar a su amigovio con Yelissa, que esta chava se lo iba a coger mínimo una vez en todo el día, con eso la hice dudar y comenzo a hacerle llamadas al teléfono para preguntarles donde andaban los dos (su amigovio y Yelissa), claro estos nunca le iban a decir donde estaban verdaderamente.
Como la hice dudar, comence a tirarle los perros, le decía yo que si no le daba coraje que su “amigovio” estuviera cogiendo con Yelissa, y cosas como esas, hasta que me dijo, “no creo que él se la coja, porque la noche anterior había (Carolina) estado con él y que este, se la había cojido hasta tres veces en toda la noche, por eso no creía que tuviera fuerzas para cojerse también a Yelissa.
Entonces para olvidarse de Yelissa, comenzó con esta platica:
Carolina dijo.- a noche que tuve sexo con mi “amigovio”, le hice de todo, entre esto, el sexo oral, y lo deje bien exprimido.
Yo le pregunte.- el sexo oral se lo hiciste hasta que el se viniera en tu boca, o sea te tomaeste toda la leche.
Carolina dijo .- sí, soy una experta para eso.
Yo, no dije nada pero ya traía la verga bien parada, empecé a alusinar (bueno a imaginar) que Carolina me la estaba mamando en el vehículo, luego de reaccione.
Yo le dije,- no creo que seas tan buena,
Entre mis pertenencias traigo un celular, en este había gravado a una chava –casada- con la cual estoy sosteniendo una relación secreta, a ella la había gravado haciéndome el sexo oral, aunque no había logrado venirme en su boca, ya que siempre la saca de su boca y me la empieza a jalar hasta quedar sin leche.
Le mostre el celular a Carolina, con el video donde a chava me estaba haciendo el soxo oral.
Carolina me dijo.- no creo que ella me gane.
Yo le respondi.- pues ella me lo ha hecho y he durado hasta 25 minutos sin venirme y eso que lo hace bien rico, eso si, no la he convenido de dejar que me venga en su boca.
Carolina, me dijo, eso es lo bueno, es cuando los hombres sienten más rico, y cayo por unos minutos.
Carolina, luego me dijo.- no creo que me dures ni cinco minutos y que lastima que vamos en el carro.
Yo le reproche diciendo, que si se los aguantaba, que a la prueba me remitía,
Carolina, dijo.- no creo y lastima que vamos en el carro.
Yo le dije, si quieres me paro ( yo con la verga erecta y babeando como papaya bien madura).
Los dos raccionamo, y dijimos casi al mismo tiempo, pero si no alcanzamos a llegar al pueblo a donde nos mandaron, (porque teníamos que estar en determinada hora).
Yole dije, bueno hasme el sexo oral manejando.
Carolina, me dijo, pero no traes los vidrio oscuro.
Yo le respondí.- pero nadie nos conoce (para eso ya traía la verga bien tieza y escurriendo semen a todo lo que da).
Carolina, respondí agarrándome la verga por encima del pantalón.- bueno
Carolina continúo agarrandome la verga por encima del pantalón y viendo los coches que venían de frente, como temerosa a que la vieran, pero en eso, me bajo la bragueta del pantalón y la sacó sin batallar, porque mi verga estaba tan dura y bien parada que creo yo que mi verga estaba esperando un momento de esos para poder salir a tomar aire, como cuando uno se sumerge en el agua y cuando te falta la respiración sales apresurado a tomar aire.
Mientras yo seguía conduciendo el auto, Carolina acariciaba mi verga y hacia movimientos hacia arriba y abajo, como queriendome masturbar, pero en eso yo le dije:
Dijiste que ibas hacerme el sexo oral y no una puñeta,
Carolina, me respondió con una risa cachonda, en eso comenzó a bajar su cabeza y comenzó ver mi verga y a saborearse, en eso que la introduce toda mi verga en su boca y comienza chuparla.
Empece a sentir un placer fantástico, sin dejar de conducir y atento para no sufrir un accidente, me daba riza, porque los conductores de los autobuses, yo creo que si alcanzaban a ver que me estaban haciendo el sexo oral, y lo note porque cuando se acercaban de frente, medio se levantaban del asiento como estirando el cuello para ver el bulto que estaba entre el volante y mi estomago.
Carolina hacia tambien el sexo oral, pero logro aguantar más de 10 miuntos, ya que lo chupaba y con la lengua lo recorría todo desde la cabecita hasta los huevos un poco incomodo pero lograba hacerlo, en varias ocasiones introdujo toda la verga en su boca que casi sentía que le tocaba la campanita.
Finalmente llego el momento en que le dije, me vengo, me vengo, ella, no dejaba de chuparmela como sólo ella sabía hacerlo, hasta que arroje en su boca toda la leche que traía almacenada en mis huevos, sin que ella dejara de chuparla, continúo hasta que la dejo rechinando de limpia.
Al terminar los dos nos quedamos cayados sin decir una palabra, eso si, nunca vi que ella escupiera o se asomara por la ventanilla para arrojar la leche que le había dejado caer en su boca.
Continuamos el viaje, después iniciamos la charla pero abordando otros temas, días después me busco nuevamente, como queriendo hacerme el sexo oral nuevamente porque me provocaba diciendo que yo no había durado ni cinco minutos, aunque en varios ocasiones me dijo, que rica sabía la leche que la había hecho tragar el día de viaje…