Muchas mujeres son tomadas como un objeto sexual. Muchas se pierden experiencias que podrían ser inolvidables por el temor a serlo. Otras, en cambio, incorporan experiencias que nunca hubieran deseado. ¿Qué es, y qué no es ser un objeto sexual?

Todos tenemos que cuidarnos para no utilizar a la otra persona sólo para saciar un deseo sexual. No es grato ser tratado como un objeto sexual, ni ser utilizado para los propósitos ajenos del otro. Los hombres son quienes más suelen tomar a las mujeres como objetos sexuales, pero ellas a veces no parecen darse cuenta.

Tratar al otro como un objeto sexual significa utilizarlo para conseguir lo que se desea sin ningún respeto en particular por lo que el otro sienta. Puede llegar a un extremo de ni siquiera importarle si le está causando daño. La única preocupación es satisfacer el deseo, que en este caso es sexual.

A veces el que desea sólo sexo hace cualquier cosa que sea necesaria para conseguirlo. Puede mentir y engañar. Puede fingir estar interesado, pero lo único que desea es obtener satisfacción personal, y después de conseguirla, desaparece y ella nunca más lo encuentra, él no la llama, tal vez ni siquiera la salude si la ve por la calle, y si la ve, es muy posible que hasta pueda llegar a sentir desprecio o repugnancia.

Si a ti te pasa y sigues insistiendo con ese personaje que se escapa una y otra vez, tendrás que comprender que en verdad él tiene una forma disfrazada de auto satisfacción proyectada sobre las mujeres, y que tú le estás siguiendo su miserable juego. Esto es apenas un placebo para la falta de verdadera felicidad, y el verdadero problema eres tú, que siendo un noble sujeto te dejas usar como un sórdido objeto.

Para finalizar veamos ahora qué sucede cuando la situación se presenta por una decisión personal de tener una relación sin compromisos. En tal caso ni uno ni otro es tomado como objeto sexual, sino que ambos han acordado un tipo de encuentros absolutamente diferentes a los tradicionales.

Si tienes sexo rápido con alguien y ambos aceptan lo que está sucediendo, no hay ningún engaño implicado, estás participando de una sesión de “sexo sin compromisos”, ambas partes lo entienden, nadie está pensando en ver a la otra persona otra vez, ni en un intercambio de direcciones, ni de teléfonos o de historias personales.

Esta situación es una de las primeras fantasías que todo hombre y mujer tienen. El sexo puede ser extremadamente fogoso y apasionado. Ambos pueden sentir una libertad extraordinaria y estar dispuestos a expresarse libremente, perdiendo timidez y desatando todos sus deseos. Experimentarán y se permitirán gozar totalmente con lo que soñaron hacer y que no harían en una relación seria. Pueden experimentar cosas que incluso no soñaban que eran posibles.

Pero mujer, si elegiste este modo de relacionarte con un hombre, no te olvides que pactaste con aprobación mutua, así no sales lastimada. Y lo más importante, no te humilles, nunca trates de buscarlo después de que todo ha terminado. Claro que si esto no te gusta para nada, siempre puedes detenerte a tiempo y buscar situaciones de encuentro mucho más superadoras, en donde tu autoestima pueda ser gratificada y por qué no, planear un futuro compartido.

Atentamente, Tu Sexóloga, Lic. Marian Sánchez.

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