Nayra del infinito

Miércoles a las 7 pm estaba en línea después de haber salido tempra del jale, en las noticias decían la frase tan cliché que tanta razón tiene y tanto repiten  – Si no tiene que salir a la calle no salga- pero como fui educado con el señor y libro y señor calle por eso mi vehemencia me lleva guiarme por mis instintos como un animal salvaje, le dije a mi amigo de parrandas conocido como el chupes (apodo adquirido, por su manera de beber, salido de la novela María Mercedes) que si tenía ganas de salir, el me contesto que sí, que ocupaba salir dado que estaba escribiendo un poema y necesitaba calle para inspirarse, ese espíritu bohemio que tiene tan arraigado y ocupa de acción callejera para sacarlo a flote.

Nos citamos en un bar medio rockeron que se encuentra en la calle 5 de mayo, primero echaríamos unas caguamas y de ahí veríamos para donde, mi cercanía a ese lugar me hizo decirle al chupes que cuando él estuviera a medio camino me marcara y me lanzaba para allá, la verdad siempre he sido un poco descuidado a ponerle atención a las noticias de mayor impacto y para mí la lluvia que estaba cayendo era por el mes en el que nos encontramos, Julio.

Estaba en el porche de mi casa viendo como caía la lluvia y fumando para matar el tiempo mientras el chupes se comunicaba conmigo para ir a echar cheve, 8:30 sonó mi celular ya me dijo aquel que estaba cerca que ya me fuera hacia el bar, tarde como 40 minutos en agarrar un eco-taxi, en un día normal en Monterrey no tarda uno en hacerlo pero bueno en fin.

Después de esquivar la inclemencia del tiempo con la gallardía que mostro el conductor del taxi de nombre Juan y que en el trayecto del camino me hizo una síntesis de su día, llegamos y ya me metí al bar, el chupes estaba sentado en una mesa al lado de la radiola, puso los hits más estimulantes de The Doors, pedimos las primeras caguamas, hablamos primero de nuestra vida cotidiana como marchaba todo, a las segundas caguamas empezamos a platicar de nuestras relaciones como nos iba a cada uno con nuestras viejas y todo el rollo que conlleva andar con una chava en estos tiempos tan rápidos y modernos, a la tercera la cotidianidad de la vida y nuestras mujeres se nos estaban borrando de la memoria y queríamos algo más que unas simples canciones de rock y caguamas, queríamos acompañar la velada con cumbias, así que después de pagar la cuenta, optamos por dirigirnos al centro de espectáculos conocido como el Bar Internacional, tomamos un eco y el del eco nos fue relatando sus dificultades en esa noche el huracán Alex empezaba a hacer estragos en la vialidad regiomontana.

Le dijimos con una seguridad tremenda que queríamos dirigirnos al Inter como coloquialmente se le dice, avanzamos y llegamos al lugar, algo que nos sorprendió fue que las luces estaban apagadas pero estaban los de la puerta como normalmente están solo que estaban resguardándose de la lluvia, el chupes les chiflo y en su muy estilo personal les pregunto si estaba abierto – ¿Que pedo wey si hay viejas o no?

Los guardianes de la puerta nos dijeron si pásenle y en eso abren la puerta y algo que me saco más de una risa jajaja fue el hecho que estaba sin luz el lugar pero todas las mesas que se alcanzaban a ver tenían velas jajajaja, a lo que el chupes dijo que mejor huyéramos hacia la calle del placer prohibido y vendido “Villagrán” no queríamos disfrazar nuestra noche de peda en una velada romántica, llegamos al mítico establecimiento el Infinito catedral del placer regiomontano que por tantos años que tiene forma parte de nuestra cultura, entramos la clásica revisión que nunca falta que es más un requisito que una revisión a fondo bien hecha.

Entramos y la parvada de meseros se abalanzo en contra de nosotros, un mesero de nombre Raúl fue el ganon y nos dijo, que si éramos 2 y que si queríamos estar en la barra a lo cual el chupes respondió que sí, siempre para ir a esos lugares los meseros te van a tratar de lograr de alguna u otra manera, con la frase de siempre “el cambio para las cocas” por eso siempre tratar de llevar uno de a 20 para el mesero y lo de la cheve exacto, ya preguntamos cuánto cuesta una cubeta la de cuarto 160 y de media 220, pedimos una de cuarto para empezar.

Empezamos a medir el terreno al chupes le gusto una morena como de 1.60 pero con tacones fácil llegaba al 1.70, traia una falda rosa con detalles en gris y un brasier con la misma combinación de colores, yo estaba a la expectativa a ver que veía bueno para cenarme, me pare al baño en eso vi a una chava con una gorra de esas que están de moda, las mentadas Ed Hardy.

En eso que estaba inspeccionándola con mi mirada de pervertido, sonó mi celular, en la pantalla, apareció el nombre del contacto (Mi amor) que es mi dolor de muelas, era mi vieja y me fui al baño a responderle, los típicos cuestionamientos de una mujer hablándole a su novio un día de cheves entre semana pero ese día tenía algo mas especial, el huracán Alex estaba alarmando a la población, me cuestiono que a qué horas iba llegar a mi casa, que porque se escuchaba mucho ruido al fondo, que de seguro estaba con unas putas, bla bla, después de pedorrearme y acabar con la frase clásica del no me valoras, colgamos, entre al baño con el celular y tenía una relación, Salí del baño con el celular colgado y con mi relación pendiendo de un hilo. Todo por aventarme unas cheves con mi compadre el chupes.

La mera verdad, ya andaba algo pedon y al colgar le solté una mentada de madre, ya cuando uno está entrado tiende a maldecir a sus seres queridos, que casi siempre es a la novia o esposa en un 90% de las veces a la que se insulta, Salí del baño como les comentaba y vi parada ahí a la chava de gorra Ed Hardy, short de mezclilla recortado a la precisión para dejar ver más sus atributos de la zona blanda, las nalgas como coloquialmente se le dice hoy en día, su rostro lo podía ver  de perfil se le notaba ya que estaba veterana a comparación de las demás chavas, ya su piel un poco dura, pero la verdad siempre me han llamado la atención así de ese estilo, maduritas o si les quieren decir milf.

Me le acerque por detrás y la tome de la cintura y le solté la frase que se ha consolidado con el pasar de los años “que onda chiquita” y volteo y me respondió con la desgastada frase “como estas papi” ya me dijo que si le podía invitar una cheve le dije pues sí, me sentía desbastado por la disputa telefónica que había tenido con mi vieja, así que lo que buscaba era una compañía agradable, ya nos sentamos y me dirigí hacia donde estábamos sentados, después de que el mesero mostro su habilidad para reordenar a los demás clientes y sentarlos de manera estratégica para que cupiéramos todos incluyendo a la wera que hasta ese momento no me había dicho su nombre.

Ya pedí la cerveza, que me la dejaron caer en 50 bolas, una de cuartito , cuanto sube el valor de la cerveza en un table es inconcebible pero la verdad como era noche de juerga, no me importaba mi economía todo lo que quería era un momento agradable.

Empezamos la plática que como se llamaba ahí en el table, me respondió que su nombre de batalla es Nayra, ya le dije el mío, empezamos a platicar de todo, me pregunto que como estaba afuera, le dije que estaba lloviendo intensamente, después de esquivar  a paso firme  el momento incomodo del reconocimiento entramos a los detalles un poco más personales, me dijo que es madre de 6 niños a lo cual yo respondí oscultandole el vientre y verificando su aspecto, la mera vedad no le creí porque no lo tenía maltratado sino todo lo contrario, me confesó que su edad oscilaba entra los 30, ella le quiso meter diversión al momento y me dijo que si le adivinaba la edad me daría algo extra en los privados, como ya era una experta me orillo a pensar en meterme a unos privados con ella, jugó con mi mente, tenía una sola oportunidad de adivinar sino tendría que pagar más por sus servicios especiales, así que las estrellas y los planetas se alinearon, respondí, tienes 34 años, en eso ella se sonrió y dijo que si, la mera verdad pienso que solo quería que le pagara unos privados jajaja, nos terminamos una cheve y nos fuimos a los privados, en el andar mientras subíamos las escaleras, me dijo que onda con 4 privados hacemos lo que quieras.

Mi mente alcoholizada me dicto que para que 4 mejor 6, el juego mental de Nayra estaba saliendo a la perfección me jugo la clásica de menos y con tal de querer mas acción pague por más tiempo, ya pague los 6 privados, ella saco un condón no sé de donde, ya buscamos el privado adecuado, en eso sonaba la canción tan teibolera de Guns N Roses Sweet Child ‘O Mine.

Empezó con un baile leve pero sugestivo, el menear de sus caderotas y como se contoneaba, me encendió ya andaba bien paraguas, lo que quería era masacrarla, la pesque de las caderas la senté arriba de mis piernas y le dije que para que perdíamos tiempo que lo que quería era reventarla, me baje el pantalón dejando al aire mis partes nobles, me puso el condón con la boca me dio unas fanfis, al primer contacto reconocí su habilidad para el oral lo hacía muy bien, yo lo que quería era tronarla, así que la puse en la posición denominada como perrito, y empezó el pompeo  duro y rudo, un vecino diría, a lo loco, después de pompearla cambiamos y se me subió, esa posición la aproveche al máximo ya que le empeze a chupar las tetas, el dios cronos estuvo a mi favor como que detuvo  el tiempo, porque el que cuida los privados no fue a hostigarnos yo seguía en lo mío cogiendo y mamando tetas, ella dándose gusto, me sostenía de la nuca fuerte cuando estaba en el acto, yo solo decía hay chiquita, la empeze a agarrar más fuerte y haciéndolo más rápido y más duro porque ya sentía que me venia así que para terminar como se debe aumente la potencia de los movimientos, me vine como debe de ser, solo articule al terminar, pinche Nayra, ella se sonrió, me quite el condón me limpie y me dirigí al baño, después de asearme, volví  a mi lugar, Nayra llego minutos después.

Volvimos a tomar otras cheves, le dije que si me daba su celular, a lo cual dijo que si, solo que la esperara un momento se paro y se tardo unos minutos, llego y me dijo que se tenía que ir, claro tenía que salir jalando, me entrego un papelito con el numero de su celular y con el nombre de Laura, supongo yo que es su nombre de verdad, el chupes ya traía los ojos rojos y brillosos mire el reloj y eran las 2 am y ese día teníamos que ir a laborar así que le dije que nos fuéramos, salimos y la tempestiva lluvia no cesaba, nos tardamos una hora en tomar un taxi, ya en la mañana, las noticias nombraban que estábamos en Alerta y que no había trabajo así que me volví acostar y checando el cajón donde pongo mis cosas, vi el papel con el numero, pensé en llamarle pero dije que mejor después, así que en estos días, les traigo la otra historia, cuando le hable a Nayra en el infi, Laura en la vida real y les relatare nuestro encuentro.

Historias de bares, historias reales….